Para comentar este lamentable suceso, voy a servirme, con permiso de mis lectores, de dos visiones (una más ortodoxa que la otra, debo advertir).
Por un lado, considero que no deja de ser un buen trabajo. No se me entienda mal, me refiero a que es un medio de (des)información que hace bien su tarea: ridiculizar el concepto de la Semana santa, como símbolo de rechazo a la milenaria tradición católica (que puedo defender o no, eso es aparte). No se trata ya de una sistemática guerra a la religión, sino a todo aquello que pueda considerarse como herencia propia, como símbolo de identidad del pueblo blanco y todo lo que lo rodea. Es, por tanto, una acción más encaminada a abrir las puertas de las mentes dementes de la gran masa de población para que engullan los "valores" extranjeros e impuestos por parte del sistema y de los mass media, a la vez que se trata de que la gente rechace lo propio. Me pregunto qué hubiese sucedido si, en vez de reírse de la religión de más de un 82% de población, lo hubiesen hecho con alguna religión extranjera, ya que aunque el resto de religiones no supongan en españa ni un mísero 2'3% de población, la presión y la influencia con la que se defienden es brutal. Es algo que invita a la reflexión; de cada 100 personas en España, mas de 80 son cristianos, en tanto que de cada 100, sólo 2'2 son fieles de otras religiones, es realmente curioso (y terrorífico) valorar estos datos tomando como criterios el apoyo estatal, de las administraciones, o el simple valor con el que cuenta el grueso de nuestra población nacional, que permite que una cadenucha se ría de sus valores más ancestrales mientras se permite que algunos miembros de religiones extranjeras asesinen cruelmente corderos en mitad de la calle, o que se destine dinero del irpf de los pocos que aún trabajan para subvencionar templos de culto para esas religiones extranjeras.
Segundo punto de vista, la próxima vez que esta cadena quiera reírse de los valores de alguien, para demostrar lo muy progres que son, podrían celebrar el aniversario de la muerte de sus familiares, procediendo a llevar en peregrinación a sus padres, madres y otros miembros, para deleite de sus fieles seguidores, ávidos éstos de tan exquisita cultura.
